El actual head coach de los Seattle Seahawks, Mike Macdonald, sabe construir defensas. En 2021 acudió al rescate de la Universidad de Michigan, que había concedido casi 35 puntos por partido en la temporada del COVID, y en solo un año allí logró que el promedio se redujera a la mitad. Aquella campaña fue una "cesión temporal" que hizo John Harbaugh a su hermano Jim, pues el coordinador regresó en 2022 a los Ravens como jefe de la defensa, habiendo sido anteriormente durante siete años entrenador asistente en Baltimore en diferentes cargos. Con él a los mandos la defensa pasó de ser la nº 19 de la liga en puntos recibidos a la número 3 en tan solo un año, pasando a ser la mejor de toda la competición en 2023. Estos éxitos le elevaron a su puesto actual en Seattle, donde relevó a toda una leyenda de la franquicia como Pete Carroll. El veterano head coach lo ganó todo con los Seahawks, pero en sus campañas finales allí el deterioro del conjunto fue evidente, especialmente en el lado defensivo. La franquicia de Washington fue la nº 25 en puntos recibidos en el último año de Carroll. Sin embargo, en 2024, la del debut de MacDonald en Seattle, pasó a ser la número 11. Ahora, aunque sea tan solo tras cuatro encuentros, la defensiva de Seahawks es la número 2 de la NFL en puntos encajados. ¿Sabéis cuál es la peor? La misma unidad de Baltimore que Macdonald estuvo dirigiendo hasta hace bien poco. Claramente este hombre sabe de defensa y eso es lo que vamos a ver hoy en nuestro espacio táctico semanal.
Al igual que sucedió en su paso por Ravens, lo más meritorio en el deber de Macdonald es que logra resultados con grupos que no poseen una súper estrella de la liga al estilo de Myles Garrett, Micah Parsons, Fred Warner y Patrick Surtain. A día de hoy es difícil responder a la cuestión sobre quién es el mejor defensor en la plantilla de Seattle. Podría hacerse un alegato por Byron Murphy, el poderoso tackle de segundo año que lidera al equipo en presiones al quarterback rival. Lo mismo podría decirse del veterano Leonard Williams, quien en su undécima temporada continúa sembrando el caos en el backfield oponente. Otros podrían afirmar que se trata de Ernest Jones, el linebacker que acumula más placajes e intercepciones en la plantilla. También podría apostarse por Devon Witherspoon, un explosivo cornerback con la capacidad para cubrir y presionar al rush o incluso, quien sabe, por el safety novato Nick Emmanwori, si con el paso del tiempo evoluciona en el jugador que esperan en Seattle, un safety polivalente al estilo de Kyle Hamilton.
El caso es que es muy complicado responder a esa pregunta, pero para el head coach es irrelevante, lo importante es que el bloque funciona de maravilla. Seattle no tiene ahora mismo puntos débiles claros. Defiende muy bien la carrera, de hecho, es el único equipo que todavía no ha encajado un touchdown vía terrestre. Contra el pase está en el segundo puesto global en intercepciones. Lo mismo sucede con la anotación general, únicamente Houston Texans les supera en ese aspecto. Hay apartados que a Macdonald le gustaría mejorar, como es la efectividad en zona roja y la conversión de terceros downs, pero de momento todas las flechas apuntan en la dirección correcta.
El sistema de Macdonald se caracteriza por ser muy intrincado, por eso ha tenido mejores resultados en la segunda temporada después de ser instalado. Requiere de mucha comunicación y sincronía entre todos los componentes de la defensa, lo que al mismo tiempo provoca que sea muy poco predecible para los ataques rivales, que más de una vez se ven a contrapié al medirse contra ella. Veamos como ejemplo esta jugada del partido contra New Orleans Saints. En esta acción los Seahawks van a mandar cinco hombres al blitz, que os señalo en rojo, mientras que los otros seis caerán en cobertura, los tres azules a la parte profunda y los tres en amarillo a la zona media. Hay mucho que comentar en esa alineación pre snap, específicamente preparada para complicarle la lectura a un quarterback joven como Spencer Rattler con apenas una decena de titularidades en la NFL. Por la posición de los cornerbacks exteriores, cerca de la línea de scrimmage, da la sensación de una cobertura al hombre que será todo lo contrario. Tenemos jugadores en el segundo nivel que acabarán post snap en el tercer nivel y también otro del primer nivel (el defensive end número 7) que terminará en cobertura. El mismo rush está camuflado, pues habrá una sobrecarga desde el lado izquierdo de la defensa que todavía no se ha declarado. Esto es mucha información para un pasador joven, que no va a procesarlo todo tan rápido en los dos segundos y medio que tiene para lanzar la pelota.

Cuando Rattler se encuentra en la parte alta del dropback, es decir, en el punto dulce en el que debe deshacerse de la pelota con timing, vemos como todas sus opciones están muy bien cubiertas. Una característica en las defensas de Macdonald es que sus hombres suelen jugar con sus ojos en el backfield, lo que les da una lectura clara del quarterback rival y les permite anticiparse a sus movimientos para crear grandes jugadas. Además, el overload en el blitz desde el lado izquierdo ha creado una línea directa para el linebacker (en rojo), que va a tener un emparejamiento favorable contra el runningback en protección.

El pocket se colapsa por la irrupción del linebacker en el blitz, más los buenos esfuerzos de Murphy y Williams en el rush. En cobertura, todas las opciones de pase para primer down están perfectamente defendidas. La jugada termina en un sack para Seattle. Esto es una muestra clara de lo que hace Macdonald, casar la presión con la cobertura de forma totalmente coordinada.

Os he mostrado una jugada desde la toma de la banda. Ahora vamos a ver otra centrándonos en la toma de la end zone. Por regla general, el head coach no suele abusar de la técnica del blitz, de hecho, Seattle está en la parte baja de la tabla en ese aspecto del juego. Sin embargo, es capaz de generar presión tanto en las situaciones en las que presiona con cuatro como en las que añade más hombres al rush. Es el caso del ejemplo que os pongo, en el que además es protagonista Devon Witherspoon, uno de los mejores cornerbacks de la liga a la hora de manejarse en las trincheras. En 2024 fue con trece el tercer esquinero con más presiones al quarterback de toda la NFL. En esta acción los Seahawks amenazan un all-out blitz con siete hombres en la línea de scrimmage. A un lado del center, en amarillo, tenemos un edge rusher y los dos inside linebackers. En el otro lado, en rojo, tenemos al otro edge rusher, los dos tackles y al cornerback número 21, Devon Witherspoon. Arizona va a mantener al runningback y al tight end en protección para igualar números en el sistema de bloqueos.

Cuando se pone la pelota en movimiento vemos cómo Seattle manda seis jugadores a la presión. Uno de los linebackers (en verde) va a caer en cobertura, lo que deja al runningback sin más labor que apoyar en el lado derecho del ataque al tackle o al guard. Fijaros la importancia de las líneas de rush, tanto el número 90 como el número 99 tienen la misión de atacar en diagonal. Su objetivo final no es llegar a Kyler Murray en este caso, si no de abrir un espacio en el lado izquierdo del ataque de Arizona. Macdonald busca aislar al tackle izquierdo contra el rush de dos hombres, Witherspoon (en rojo) y el edge rusher.

Unos fotogramas más adelante lo vemos más claro. El tackle izquierdo tiene que defender dos gaps, que además son atacados por sendos jugadores de Seahawks. Básicamente está en una isla y no va a salir bien parado. Witherspoon posee un gran físico y no tiene miedo de entrar en las trincheras. Su apoyo en el pie derecho es fundamental para cambiar de dirección rápidamente y dejar atrás a su oponente en el camino hacia el quarterback. Este equipo está muy bien entrenado, observad cómo el linebacker (en verde) no cae simplemente a una zona de cobertura, sabe perfectamente que en la formación que tenía Cardinals, con tres receptores en el lado izquierdo, uno de ellos vendría en una ruta en su dirección.

Con un récord de 3-1 los Seahawks han tenido un gran arranque de temporada. Las buenas noticias en defensa son acompañadas por un rendimiento más que correcto en ataque y excepcional en equipos especiales. El domingo encaran un gran test con la visita de Tampa Bay, sobre todo porque es en casa, donde han sufrido más recientemente. El caso es que Mike Macdonald lo ha vuelto a hacer, ha construido otra gran defensa que va a dar muchos quebraderos de cabeza a los rivales. El tiempo dirá si alcanza el nivel de las más importantes en la historia de la franquicia.