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Los Eagles dejan a los Chiefs en cuidados intensivos en W2

Con los Kansas City Chiefs sucede que siempre se recurre a ese discurso de no descontarlos aludiendo al respeto que se han ganado a lo largo de estos últimos años. Y ese respeto lo merecen, por supuesto, y también el beneficio de la duda. Sin embargo, eso no debe hacernos obviar que tienen problemas muy fácilmente identificables y que están jugando mal. Luego pueden llegar lejos, por supuesto que pueden, pero si juzgamos lo que estamos viendo en este arranque de temporada, sin duda, hay motivos para la preocupación.

Primero, porque este tipo de partidos antes siempre los sacaban adelante. Y cuando digo siempre, es siempre. La pasada temporada ganaron todos y cada uno de los partidos que se decidieron por una sola anotación; este año van dos de dos… perdidos. Y lo más preocupante es que Mahomes está jugando bien, su QB está haciendo todo lo humanamente posible por sumar esas victorias. No es él quien preocupa. Es todo lo que le rodea. Ante los Eagles la defensa dio un paso al frente muy importante y planteó un partido durísimo a Philadelphia, limitándolos y ganándoles la batalla en la mayoría de las series ofensivas de los Eagles. La defensa aguantó el fuerte e hizo su trabajo. Fue el ataque quien no cumplió.

Kansas City Chiefs quarterback Patrick Mahomes (15) runs with the ball during the week 2 NFL football game against the Philadelphia Eagles, Sunday, September 14, 2025 in Kansas City, MO. (Evan Sanders/Kansas City Chiefs via AP)

Se vio a Mahomes preocupantemente solo, sacando primeros downs con sus piernas en la primera parte cuando no había absolutamente nada que encontrar por la vía aérea. La ayuda en el juego de carrera por parte de los Running Backs brilla por su ausencia y hay una preocupante incapacidad de generar jugadas explosivas por tierra si no es Mahomes quien las protagoniza. Isaiah Pacheco sólo pudo sumar dos jugadas de más de cinco yardas en todo el partido y Hunt bastante tiene con su papel de martillo pilón en la carreras norte-sur en las que todas sus yardas llegan con tremenda dificultad. Esa lacra en las jugadas de carrera ya provoca un gran desequilibrio por sí misma pero es que cuando se recurre al juego de pase, a Mahomes le está costando muchísimo encontrar socios fiables. El domingo frente a los Eagles solamente Travis Kelce estaba sumando con cierta consistencia pero cuando su partido comenzaba a recordar al Kelce de hace un tiempo y tuvo la oportunidad de poner la guinda con un touchdown, lo que iba a ser una recepción se convirtió en una intercepción de Mukuba que dejaba el partido muy encarrilado para unos más que serios Philadelphia Eagles.

Patrick Mahomes nunca había comenzado 0-2 una temporada en su carrera profesional ni tampoco en la universitaria y lo peor es que lo que preocupa no es tanto el récord como las sensaciones que deja el ataque. Andy Reid y Matt Nagy no están encontrando soluciones y a todo esto hay que sumar una OL que no se muestra todo lo sólida que debería.

¿Que la vuelta de Xavier Worthy (que debería llegar pronto) y de la Rashee Rice (al que todavía resta un mes de sanción) puede solucionar muchos de esos problemas? Quizás sí. Pero ahora mismo los Chiefs están contra las cuerdas y obligados a ganar en Nueva York el próximo domingo por la noche ante los Giants, porque después viene un calendario durísimo para ellos y con estas dos derrotas han perdido cierto margen de maniobra y no pueden fallar mucho más. Aferrarse a lo que este equipo ha hecho en el pasado está muy bien, pero eso no debe alejar las miradas del buen puñado de problemas que tienen ahora mismo los Chiefs.

En el otro lado, los Eagles muestran la solidez de un equipo campeón que no necesita correr riesgos ni jugar al límite para sacar adelante la victoria. Ya ha pasado dos veces este año, no lo hacen espectacular pero ganan. No pasan de la segunda marcha pero es que no les hace falta. En dos partidos, Jalen Hurts solo ha necesitado completar dos pases de más de diez yardas de cinco intentados —eso sí, ambos decisivos: La bomba a Dotson frente a los Cowboys y el pase a la esquina para Devonta Smith cuando los Chiefs enviaron un zero blitz de siete jugadores–. Si algo tiene Jalen Hurts es que, a pesar de sumar apenas 101 yardas de pase en Arrowhead, aparece en los momentos decisivos con una determinación que pocos QBs tienen en la NFL. Cuando Hurts sufrió el mayor porcentaje de blitzes que Steve Spagnoulo ha lanzado desde 2019 (64%), el QB de los Eagles respondió con 2,11 segundos de media en sus lanzamientos, la cifra más baja de toda su carrera.

A los Eagles les bastó con golpear con el juego de carrera y que su defensa, con una Línea Defensiva disruptora, controlara el partido por completo. Ganan sin forzar y eso en Arrowhead no está al alcance de casi nadie en esta liga.

Indianapolis Colts quarterback Daniel Jones (17) in the huddle during an NFL football game against the Denver Broncos, Sunday, Sept. 14, 2025, in Indianapolis. (AP Photo/Zach Bolinger)

LA REVELACIÓN DE LA JORNADA (Y DE LA TEMPORADA): DANIEL JONES

Tras la victoria ante los Dolphins de la primera semana y el gran partido firmado por Daniel Jones, la opinión generalizada tendía a la incredulidad y no paraba de repetirse eso de "ya veremos si es capaz de hacerlo contra una defensa como la de Broncos". Y sí, fue capaz. Daniel Jones está jugando el mejor football de su carrera en este comienzo de temporada y a su ya sabida pericia en el juego underneath y lo que es capaz de hacer fuera del pocket con sus scrambles, hay que sumar una inusitada capacidad de responder con pericia a la presión y a los paquetes de blitz. Lo que "Indiana Jones" está logrando también cuando ataca en profundo deja muy buen sabor de boca y de momento, los Colts llevan dos partidos sin la necesidad de chutar un solo punt gracias a la eficacia de su ofensiva.

Aquí debemos destacar dos nombres por encima del resto: Tyler Warren, el TE rookie salido de la universidad de Penn State, se está destacando como una herramienta muy eficaz y, a la vez muy versátil porque es un gran bloqueador en el juego de carrera y su capacidad para correr rutas y conseguir yardas después de la recepción le han convertido en un socio preferente de su QB. El otro nombre tiene que ser Jonathan Taylor, que está rindiendo como un RB élite en este comienzo de temporada, yéndose frente a los Broncos hasta las 165 yardas terrestres, de las cuales 114 llegaron después de contacto.

El trabajo que Shane Steichen está desarrollando con este ataque de Indianapolis es muy destacado, a lo que hay que sumar que Lou Anarumo ha dado un giro de tuerca muy positivo a la defensa y ambas circunstancias ponen a los Colts en la cima de su división y de la Conferencia Americana. Ahora tienen la misión de convertir esta fórmula en sostenible durante la temporada, pero el inicio es inmejorable.

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LOS FANTASMAS DE LAS LESIONES VUELVEN A APARECER PARA JOE BURROW

Ésta es la sexta temporada de Joe Burrow en la NFL y va a ser la tercera en la que se pierda una buena porción de sus partidos debido a problemas de lesiones. Esto va más allá de la mala suerte, es una tendencia y existen motivos para que suceda. Desde una Línea Ofensiva que nunca ha sido capaz de protegerlo con garantías, pasando por cierta tendencia de Burrow a estirar jugadas y meterse en situaciones de alto potencial lesivo que debería tratar de evitar a toda costa. Ya en pretemporada avisó cuando una jugada sin sentido que acabó en un sack que le hizo perder decenas de yardas pero que pudo haber acabado mucho peor y ha sido en esta Semana 2 en la que acabó engullido por varios defensores rivales en una jugada que acabó con una lesión en su pie que va a requerir que pase por el quirófano y se pierda, como mínimo, tres meses de competición.

Creo que tanto Burrow como los Bengals deben mirarse en el espejo y empezar a asumir que deben tomar muchas más precauciones a la hora de cuidar la salud de su QB, que ya va por la mitad de su carrera NFL siendo incapaz de completar la temporada sobre el terreno de juego.

¿Y qué queda para los Bengals después de perder a su jugador franquicia? De momento un récord de 2-0, que no conseguían desde 2018, lideran la división y se ponen en manos de un Jake Browning que ha sido sorprendentemente eficaz cuando ha tenido que liderar el ataque de Cincinnati. De hecho, cuando hace dos temporada tuvo que jugar 7 partidos, Browning firmó un récord positivo de 4-3 y sus números son más que sólidos: Con Burrow los Bengals tienen una media de 25,3 puntos por partidos; con Browning son 23,4. La media de yardas por partido de Burrow es de 270,3 yardas por partido; Browning tiene 266,9 y si miramos los porcentajes de pases completados, Burrow firma un 68,5%, mientras que Browning se va al 69,8%. ¿Quiere decir esto que Browning está al nivel de Burrow? Ni por asomo. Simplemente, demuestra que es un QB que conoce bien ese ataque y tiene el oficio para poder cumplir. De hecho, hay alguien que tiene que estar "muy contento" de tener a Browning y no es otro que Tee Higgins, cuyos números son mejores que los de Ja'Marr Chase cuando el QB backup de los Bengals está sobre el campo. Aunque más allá de estas curiosidades, ahora toca comprobar si Jake Browning tendrá lo suficiente para sostener a los Bengals durante los meses que Burrow esté fuera por lesión.

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LOS LIONS SE DAN UN BAÑO DE AUTOESTIMA A COSTA DE CHICAGO

La preocupación era alta en Detroit después de la imagen dejada en el debut de esta temporada en Green Bay. Especialmente con un ataque que no había sido todo lo efectivo e imponente a lo que nos tenía acostumbrados durante los últimos años con Ben Johnson. Y fue precisamente frente al que fuera Coordinador Ofensivo de los Lions en las últimas temporada –-visitando ahora como Head Coach de los Bears– cuando los Lions sacaron a relucir todo su potencial ofensivo. El ataque de John Morton puso a funcionar el juego de carrera con 'Sonic y Knuckles' en su máximo esplendor, Gibbs marcando la pauta y Montgomery acompañando con gran acierto. Pero en este partido fue otra pareja la que destacó por encima de todo lo demás: Amon-Ra St. Brown y Jameson Williams, los dos receptores de Detroit que la pasada temporada se fueron por encima de las mil yardas, en este partido pasaron ambos de las 100. Amon-Ra tirando de volumen (9 recepciones para 115 yardas y 3 TDs) y JaMo destacando por su exclusividad (sólo necesitó 2 recepciones para sumar 108 yardas y 1 TD). Así, Jared Goff volvió a lucir con la solidez a la que nos tenía acostumbrados y sumó 5 TDs y 334 yardas, jugando mucho más cómodo con una OL que le protegió mucho mejor.

Esas buenas sensaciones no se pueden extender a Chicago, que aguantó cuarto y medio en el partido y después recibió una paliza para la que no tuvo respuesta alguna. En los Bears preocupa por encima de todo la inconsistencia de un Caleb Williams al que le está costando muchísimo encontrar ritmo como pasador y la precisión en sus envíos está lejos de lo deseable.

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CHARGERS Y BUCS VUELAN POR DEBAJO DEL RADAR

Me resulta incomprensible lo poco que se está hablando de los Chargers y los Buccaneers, que en Monday Night Football demostraron por qué están invictos y liderando sus respectivas divisiones. El equipo de Los Ángeles está fantásticamente entrenado y muestra un equilibrio muy prometedor a la hora de pensar que su idea de juego es sostenible. Herbert es quien se lleva los focos —y es normal, porque está a un nivel élite— pero lo que está haciendo Jesse Minter con esa defensa es asombroso. Sin Pass Rushers diferenciales (y menos cuando el veterano Khalil Mack se lesiona durante el partido) es capaz de afectar el pocket mediante engaños y diseños que tuvieron a Geno Smith adivinando todo el partido. Presiones simuladas, presiones retardadas, un menú muy variado de Blitzes llegando por todas partes afectaron el pocket una y otra vez y la secundaria está jugando a un nivel bárbaro a pesar de las bajas de varios titulares. Todo eso, aderezado por el liderazgo de dos jugadores: Daiyan Henley y Derwin James. Henley se ha convertido en el metrónomo de esa unidad defensiva, marca el ritmo corriendo en todas direcciones: hacia adelante para presionar al QB o borrar los huecos del juego de carrera, lateralmente para bascular cuando el ataque busca las bandas y para atrás en cobertura. En este arranque de temporada está jugando al nivel del mejor LB de la NFL. Y lo mismo se puede decir del Safety Derwin James, aunque James no juega de Safety, juega de todo, está en todas partes. En un snap lo encuentras en la cara del QB y en otro, cerrando la End Zone cayendo en cobertura profunda para evitar un TD y provocar una intercepción. Estos dos jugadores elevan y mucho el nivel de una defensa ya de por sí buena.

Y en ataque es el equilibrio el protagonista. Equilibrio en el juego de pase, porque el de carrera todavía deja bastante que desear… aunque eso lo compensa un Justin Herbert que está tirando muy bien de piernas y cuando suelta el brazo, está distribuyendo el balón a la perfección. Herbert ha recuperado un socio muy fiable en las situaciones de posesión con Keenan Allen, un amenaza profunda con Quentin Johnston, que se está destapando como un arma más efectiva de lo que la mayoría esperaba y, después, el WR que lo hace todo, Ladd McConkey, que se ha convertido en un receptor para los tres niveles del campo. Así, el ataque de los Chargers está brillando como pocos.

Aunque el que también brilla es Baker Mayfield con los Bucs, que ya han ganado dos partidos a domicilio contra rivales de mucha entidad como Falcons y Texans. Lo que me maravilla de estos Buccaneers es cómo esa OL, a pesar de las bajas, es capaz de seguir proporcionando pockets limpios para Mayfield. Sin sus dos Tackles titulares y teniendo que mover hasta tres jugadores de posición, siguen siendo una de las unidades más fiables de la NFL. Con esa protección, Mayfield encuentra soluciones incluso contra una defensa del nivel de la Houston, aunque en este partido, lo que de verdad marcó las diferencias fue el juego de carrera. Bucky Irving y Rashaad White golpearon una y otra vez, logrando ganancias importantes, aprovechándose de la agresividad del front defensivo tejano.

Los Bucs han demostrado desde muy pronto en la temporada que saben competir y su defensa, donde no puedes encontrar estrellas, sí que encontró la manera de llegar una y otra vez a un CJ Stroud que vuelve a estar a la merced de los tiburones debido a una OL que no ha sido capaz de dar un paso al frente respecto al año pasado y que condiciona por completo el juego y las aspiraciones del equipo de Houston.

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SUBEN EN LA SEMANA 2

Dak Prescott y Brandon Aubrey: Sin estos dos nombres no se puede explicar la victoria de los Cowboys ante unos Giants que pusieron en evidencia a la defensa de Dallas (¿cómo puede ser que con una secundaria con tantos problemas Eberflus sólo enviara 7 blitzes en todo el partido?). Prescott tuvo que remontar hasta en tres ocasiones y firmó tres drives que, primero, ponían por delante a su equipo con menos de dos minutos; segundo, mandaban el partido a la prórroga y tercero, daban la victoria a su equipo. Tanto la serie del empate como la de la victoria acabaron con dos patadas perfectas de un Brandon Aubrey que se ha convertido en el mejor Kicker de la NFL. La que sellaba la prórroga era un patada de 65 yardas que Aubrey convirtió con pasmosa facilidad. Tener un pateador así es diferencial.

Por cierto, los Giants tendrán que ir pensando en dar una parte de la propiedad de la franquicia a Dak Prescott, que acumula 14 victorias consecutivas ante el equipo de Nueva York, un récord histórico, que supone la mejor marca desde 1980 y que supera los 13 triunfos consecutivos de Tom Brady sobre los Bills.

Bijan Robinson: En un partido durísimo de ver entre Falcons y Vikings, la actuación de Bijan Robinson fue argumento más que de sobra para ver ese enfrentamiento. El RB de Atlanta mostró un punto de forma, con una explosividad y elusividad realmente espectaculares. 22 acarreos para 143 yardas y otras 25 de recepción para 168 yardas totales y una actuación diferencial en la victoria de su equipo.

Mac Jones: El QB backup de los San Francisco 49ers firmó un gran partido en su debut con el equipo de la bahía. Es cierto que los Saints no son el rival más potente al que medirse en la NFL hoy en día, pero el ex de Patriots y Jaguars se mostró muy solvente en ese pocket y terminó con 26/39 para 279 yardas y 3 TDs. La urgencia para que vuelva Purdy es menor si es capaz de mantener ese nivel. San Francisco está 2-0 y lidera la división (gracias también al fantástico trabajo que Robert Saleh está haciendo con esa defensa).

La NFC Oeste: Los cuatro equipos que forman esta división, 49ers, Rams, Seahawks y Cardinals, sumaron sendas victorias en esta Semana 2 para colocar un 4-0 en la jornada, algo que no sucedió con ninguna división en la pasada temporada. Ojo, que este puede ser un grupo muy fuerte en la Nacional.

Seattle Seahawks defensive end Leonard Williams (99) tackles Pittsburgh Steelers quarterback Aaron Rodgers (8) during an NFL game, Sunday, Sept. 14, 2025 in Pittsburgh. (Lauren Leigh Bacho via AP)

BAJAN EN LA SEMANA 2

Aaron Rodgers: El veterano QB de los Steelers aparecía en esta sección la pasada semana pero subiendo, sin embargo, su actuación frente a los Seahawks fue muy preocupante. Cero capacidad de movimiento, muy condicionado por la presión (3/11 para 36 yardas, 1 INT, 2,8 passer rating y 3 sacks encajados). La estrategia defensiva de los Seahawks se centró en que los Steelers tuvieran que batirles por aire y, sabiendo que Rodgers lo fía todo a pases cortos y rápidos, Seattle estaba colapsando por completo esas primeras yardas frente a los ojos de Rodgers y eliminando todas sus ventajas. Los Steelers de este arranque de temporada se parecen peligrosamente a los Jets de la pasada… y eso no habla nada bien de Aaron Rodgers, que es quien condiciona el estilo de juego de los que han sido sus últimos dos equipos.

Bo Nix: Se encienden las alarmas y mucho para el QB de los Broncos, que ha empezado la temporada dejando su peor versión y siendo muy afectado por la presión de las defensas rivales (y eso que la OL de los Broncos es la que menos presiones permite de toda la NFL). Si ante los Titans perdió hasta tres balones, en esta segunda semana ante los Colts firmó otra intercepción que permitió a Indianápolis remontar y se dejó pases decisivos que debería completar.

Brian Thomas jr. y Trevor Lawrence: El que fuera la gran revelación entre los receptores rookies de la pasada temporada, ha arrancado ésta decepcionando de manera muy llamativa. La primera jornada se puede poner la excusa de que no le enviaron suficientes balones, pero esta semana fueron hasta 12 targets (el máximo del equipo) y Thomas no estuvo a la altura. Especialmente decepcionante fue un drop en un 4ª y 5 decisivo que se le cayó de las manos en una atrapada que debería hacer el 100% de las veces un WR de su nivel. En cuanto a Trevor Lawrence, se le acaban las excusas. Tuvo varias oportunidades de sentenciar el partido ante los Bengals y las dejó escapar una detrás de otra, acabando en alguna ocasión incluso en intercepción.