Llegamos al ecuador de la temporada con la sensación de que las semanas pasan volando. Parece que fue ayer cuando veíamos a los Chiefs ganar a los Ravens en el kickoff, siendo ese el inicio de un curso que nos está dejando partidos memorables en sólo ocho semanas. Entramos en noviembre y las sensaciones se comienzan a transformar en realidades. A partir de esta novena jornada, los errores ya son irreversibles y cada tropiezo puede significar el fin de los objetivos marcados por cada franquicia. En esta previa, os doy las claves para tres partidos con muchísimas implicaciones en esa pelea por los playoffs que empieza a ser salvaje.
Poca gente podía prever el tropiezo del pasado domingo en Cleveland por parte del equipo de John Harbaugh. Una excelente defensa y un ataque comandado por Jameis Winston fueron el verdugo de unos Ravens que parecían intratables. Lamar Jackson y los suyos pretenden recuperar la senda de la victoria frente a unos Denver Broncos que cada día que pasa refuerzan más su candidatura a jugar la wildcard en enero.
Es cierto que Sean Peyton sigue teniendo problemas con su ataque. Bo Nix va mejorando semana a semana, pero aún sigue mostrándose muy irregular en el juego de pase. Es capaz de mover cadenas con sus scrambles y juego fuera del pocket, pero le cuesta mucho encontrar receptores cuando la defensa rival evita que salga por piernas de ahí. Javonte Williams tiene luces y sombras en el juego terrestre y eso tampoco ayuda al joven quarterback. Para este encuentro me resulta vital que los Broncos puedan correr con cierta solvencia si quieren competir a los Ravens. Si ponen buenos números por tierra, Nix tendrá opciones de jugar por aire contra una secundaria que está sufriendo más de la cuenta cuando el rival pasa mucho el balón.
Al otro lado del campo es donde realmente va a estar la clave de este duelo. La defensa que comanda Vance Joseph en Denver se ha convertido en una de las tres mejores de toda la liga. Su línea defensiva, con un Zach Allen descomunal, es capaz de generar muy pocas yardas de carrera en sus rivales, además de presionar, mediante un esquema de blitz fantástico, a los quarterbacks. Con Patrick Surtain a la cabeza, la secundaria se muestra muy dura y agresiva en las defensas individuales, dejando pocos espacios para que los ataques puedan hacer daño con los lanzamientos al tercer nivel. Para este partido, los Broncos deben frenar al mejor running back de toda la NFL y, además, hacer que Lamar Jackson no pueda lanzar cómodo dentro del pocket, porque ahí es donde está uno de los grandes éxitos de la ofensiva dirigida por Todd Monken.
Jackson es un peligro en jugadas rotas y acarreando el balón por tierra, eso es indudable. Sin embargo, estoy convencido que su evolución como pasador dentro del pocket es lo que hace que este ataque alcance otro nivel. En esta temporada, lo vemos mucho más cómodo, con un juego de pies más fluido y con una lectura excepcional de todo lo que pasa delante de él. Sabe reconocer lo que las defensas proponen antes y después del snap, consiguiendo así respuestas sencillas a grandes problemas.
En la imagen de arriba podéis ver un ejemplo perfecto de esto que os estoy diciendo. Jackson alinea debajo del center, con Derrick Henry detrás de él y con Mark Andrews y Patrick Ricard a cada lado de la línea ofensiva. Es una formación pesada y que amenaza con jugar a la carrera. Una vez que se inicia el snap, Jackson juega el play action para quedarse el balón y leer lo que ocurre campo abajo. Su primera lectura va hacia su lado derecho donde Zac Flowers quiere jugar a la espalda del cornerback. El quarterback sabe que la defensa está preparada para ese lanzamiento y gira sus ojos al medio. La presión le llega y se abre un espacio enorme para que Jackson juegue uno de esos scrambles tan eficaces que él sabe jugar. Sin embargo, en su cabeza, la prioridad sigue siendo lanzar el pase. Encuentra la ruta interior de Bateman y pone un gran pase para una gran ganancia de yardas.
No es un partido sencillo para los Ravens dado el nivel defensivo que están mostrando los Broncos, pero, el ritmo de partidos ganados impuesto por los Pittsburgh Steelers, les hace tener que seguir apretando los dientes para no perder comba en la lucha por la división. Este es un encuentro donde el que pierda dará un pasito atrás en sus objetivos más inmediatos.
Este es, sin duda, el duelo que más me apetece ver en esta semana 9. A Lambeau Field llega el coco de la Conferencia Nacional y lo hace en un estado de forma óptimo a pesar de haber perdido por lesión a su mejor hombre en defensa. Es indudable que el pass-rush de los de Dan Campbell no es el mismo sin Hutchinson, pero el esquema sigue dando rendimiento gracias a una línea defensiva poderosa en el medio, con DJ Reader y Alim McNeill, y con una secundaria donde Brian Branch deja cada semana numerosas jugadas importantes. Además, el ritmo de anotación que propone el ataque de Ben Johnson coloca a la defensa en la mejor de las posiciones para hacer daño a su rival y generar errores en los quarterbacks.
Es vital, para los Green Bay Packers, que el partido no se vuelva un tiroteo y, para ello, Jeff Hafley debe seguir dando con la tecla en el game plan semanal. El nuevo coordinador defensivo de los queseros está dejando una sensación muy buena en cuanto a reconocer debilidades en las ofensivas contra las que juega cada semana. El esquema de blitz es fantástico y posee las herramientas perfectas para ejecutarlo. Edgerrin Cooper ha demostrado ser un acierto porque se ajusta muy bien a lo que quiere Hafley en esa posición, y el rookie ha sido capaz de tapar la baja de Quay Walker con mucho acierto. Sin embargo, quien se lleva todos los focos es la incorporación en secundaria que llegó en la pasada Agencia Libre. Xavier McKinney está jugando a tal nivel que empieza a sonar como serio candidato a defensor del año. Sus seis intercepciones, aún siendo una estadística tremenda, no llega a reflejar el impacto en el juego que está teniendo, porque éste está siendo decisivo. Su capacidad para reconocer todo lo que pasa alrededor suyo está fuera de toda lógica. Puede alinear en casi cualquier posición de esa secundaria y esas lecturas le hace estar siempre cerca del balón, dandole la oportunidad, muchas veces, de generar errores. Sin duda, es el defensor que más puede ayudar al equipo contra un conjunto que basa su ofensiva en generar espacios y desajustes en su rival.
En la situación que tenéis aquí arriba, podéis ver las muchas virtudes en McKinney de las que os estoy hablando. McKinney alinea en split safety (dos safeties profundos, aunque no se vea al otro safety en la imagen). Una vez que se inicia el snap, Aaron Jones, running back de los Vikings, sale en ruta vertical. El safety quesero lee esta ruta y comienza su dropback con la mirada fija en los ojos del quarterback. McKinney va, constantemente, mirando lo que juega Jones y lo que está haciendo el pasador en el pocket, hasta que se cerciora de que Darnold va a atacar la ruta vertical de su running back. Antes incluso de que Darnold suelte el balón, McKinney ya ha iniciado el corte hacia el exterior para colocarse en la línea de pase. El ángulo es excepcional, así como sus ball skills para atrapar el envío y conseguir la intercepción.
Los Lions saben atacar muy bien el segundo y tercer nivel porque, entre otras cosas, su juego terrestre estresa muchísimo a las defensas, y hace que éstas tengan que colocar muchos hombres en la caja. Ante la falta de miembros en secundaria, y con la amenaza del play action, Jared Goff encuentra receptores abiertos por todos los lados. Para este encuentro, la disciplina y lectura de los hombres de retaguardia es básica si los Packers no quieren verse envueltos en un encuentro de anotación muy alta. Es posible que el ataque de Matt LaFleur sea capaz de anotar con facilidad también, pero el estado físico de Jordan Love puede ser determinante para que ocurra alguna que otra pérdida de balón. Más allá de todo lo que pase con el juego aéreo en los dos lados del campo, también será decisivo que ambas defensas consigan minimizar daños por tierra. El que se imponga en el suelo, tendrá el cielo abierto para que su quarterback martirice una y otra vez a la secundaria rival. Por todo esto, y por otras muchas cosas más, estamos ante el que puede ser uno de los partidos del año. No se lo pierdan.
Los Vikings van a empezar su partido sabiendo qué equipo, de los dos mencionados anteriormente, ha perdido, por lo que les dará la oportunidad de recortar distancias en caso de ganar su duelo frente a los Colts. Tras la racha de cinco victorias consecutivas, los Vikings han perdido los dos juegos que han tenido tras su semana de descanso, cosa que parece haber hecho daño dentro del seno de la franquicia. Además, en su encuentro del jueves de la semana 8, perdieron a su tackle izquierdo para toda la temporada. Darrisaw ha sido reemplazado por Cam Robinson, tackle de los Jaguars, en un intento de no perder efectividad en una línea ofensiva la cual estaba jugando a gran nivel. Kevin O´Connell ya nos ha demostrado que es un gran head coach y que sabe reponerse a las bajas que se van sucediendo año sí y año también en la franquicia morada, por lo que no hay duda de seguir viendo ese ataque dinámico y versátil que hemos visto en los dos primeros meses de competición.
Al otro lado estarán unos Colts que esta semana decidieron cambiar de quarterback titular. La franquicia ha apostado por los resultados inmediatos que le puede ofrecer Joe Flacco antes que ser pacientes y tratar de hacer evolucionar a su apuesta de 2023 en ese puesto. Contra una defensa como la de los Vikings, un pasador ‘novato’ (Richardson solo tiene diez titularidades como profesional) puede sufrir mucho, es cierto. Sin embargo, la capacidad que posee el ex quarterback de los Gators de Florida de salir en scramble, podría ser una buena arma para ganar yardas contra una defensa tan agresiva como es la de Brian Flores. El coordinador defensivo de los Vikings intentará presionar a Flacco desde distintos puntos de la línea defensiva, así como complicar sus lecturas pre-snap.
En la secuencia de arriba tenemos a los Vikings mostrando una defensa con dos safeties en la zona profunda antes de que se inicie la jugada, con dos cornerbacks en press. Tras el snap, uno de esos safeties cae a la caja y los dos cornerbacks se van a las zonas laterales de la defensa, cambiando la defensa de una posible Cover 2 al hombre por la Cover 3 que están jugando en realidad. Además, el stunt en la línea defensiva le permite al edge rusher encontrar un camino rápido para llegar al quarterback, quién apenas tiene tiempo de cambiar su primera lectura antes de que le llegue el sack.
Los Vikings necesitan de un buen partido para volver a recuperar las buenas sensaciones que traían antes de su semana de descanso. La pelea por la NFC Norte está siendo muy bonita y no quieren quedarse rezagados. Del mismo modo, y viendo cómo hay equipos de esa misma conferencia que siguen ganando partidos, la plaza por la wildcard comienza a estar muy cara en este lado del cuadro. Por su parte, los Colts también se encuentran en esa misma batalla, pero en la Conferencia Americana. La titularidad de Flacco llega por la posibilidad de alcanzar los playoffs que ven dentro de la franquicia, y una derrota en el Sunday Night Football podría afectar a ese objetivo. Han decidido apostar por el presente antes que por el futuro, así que cada partido será de vital importancia a partir de ahora, con la presión que ello conlleva, en todas las parcelas técnicas del equipo.