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La candidatura de Matthew Stafford

A lo largo del pasado mes de agosto saltaron las alarmas en Los Angeles cuando el quarterback titular de los Rams, Matthew Stafford, se perdía el training camp y una buena parte de los posteriores entrenos a consecuencia de una lesión en la espalda que se procuró durante la temporada baja. Sin embargo, el veterano de 37 años se recuperó a tiempo para comenzar la regular season en su habitual posición y desde entonces se ha mantenido sano para conducir a su equipo hacia el mejor récord en la Conferencia Nacional mediada la liga. Su ritmo de lanzamientos de touchdown es el mejor de su longeva carrera, así como el quarterback rating (113.2). La potencia de brazo continúa inalterable e incluso sus piernas se ven frescas para la edad. En su décimo sexta temporada en la NFL está en su mejor posición para ganar el trofeo de jugador más valioso y hoy vamos a estudiar por qué.

Claramente, el traspaso que Detroit Lions y Los Angeles Rams realizaron hace cuatro años fue uno de los más significativos de los últimos tiempos. Por un lado, permitió a la franquicia de Michigan construir su actual plantilla para convertirse en una fuerza en la liga. Mientras, a los Rams le sirvió para obtener la pieza que necesitaba para dar el salto que les separaba del trofeo más deseado, el de campeón de la NFL, que obtuvieron en su primer año de matrimonio en la campaña 2021. Desde entonces, la combinación de Stafford con el head coach Sean McVay no ha podido ser más exitosa. El quarterback está a solo dos derrotas de igualar el récord negativo que ostenta Eli Manning (117), pero ese dato solo habla de su durabilidad y paciencia al frente de un eterno proyecto sin rumbo que fue Detroit en su era. Desde que encabeza la ofensiva de Los Angeles su récord es de 40-25 en regular season y 5-2 en playoffs, incluido el triunfo en el Super Bowl LVI. Aunque su movilidad sigue siendo buena, Stafford es un quarterback tradicional que te va a destrozar jugando desde el pocket, leyendo la defensa rival, esperando que se abra la ventana correcta para conectar un preciso lanzamiento.

La forma con la que Stafford manipula las defensas es extraordinaria, haciendo parecer fácil lo que en realidad es muy complicado. Tomad como ejemplo esta jugada del partido de la semana 1 ante Houston Texans. Visto el look pre snap de la defensa, con un único safety profundo, el quarterback tiene claro que su mejor opción es la ruta seam de Puka Nacua.

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Para lograr su objetivo, Stafford va a esconder en principio su mano, dirigiendo la mirada hacia el lado contrario. Esto automáticamente va a condicionar al free safety, que va a dar un paso hacia su derecha que le va a impedir ser un factor a la hora de defender el pase.

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La anticipación del quarterback es formidable, fijaros cuando arma el brazo lo lejos que está Nacua del punto en el que definitivamente atrapará la pelota.

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Todo este proceso que hemos visto en unos fotogramas sucede exactamente en un segundo y siete décimas desde que se produce el snap hasta que la pelota sale de la mano de Stafford. Una gran mayoría de jugadores en su posición todavía habría estado realizando el dropback en ese pequeño lapso de tiempo.

Claramente, el entendimiento entre Stafford y Nacua es total. Este año han completado 61 de 73 lanzamientos, un impresionante 83,6% de éxito. En envíos dentro de los números la cifra se eleva hasta el 93,3%, 42 de 45, la mejor marca de toda la NFL. Nacua es un receptor muy físico, que finaliza a la perfección a sus recepciones, ya sea en el punto del catch o bien corriendo con la pelota después de haberla atrapado. Si bien no es el jugador más explosivo de la liga, sabe perfectamente encontrar los puntos débiles en la defensa y cómo ganar ventaja con sus rutas en función del leverage de su defensor.

Además, Stafford está brillando con luz propia en dos situaciones, cuando es presionado y cuando recibe blitz por parte del rival. Si bien la línea ofensiva le está brindando gran protección, especialmente ahora que ha recuperado todas sus piezas, el quarterback ha conectado por encima del 60% de sus envíos este año cuando ha sido presionado. Contra blitz los datos son escalofriantes, 16 touchdowns por ninguna intercepción. En particular, en las dos últimas actuaciones de Rams, ante Jacksonville y Nueva Orleans, Stafford ha lanzado sus nueve touchdowns contra blitz. Como decíamos antes, Stafford es un pocket passer en el sentido tradicional, capaz de conectar pases aun cuando sabe que le va a caer un buen golpe.

Si bien con Nacua no necesitaba ningún período de adaptación tras perderse todo el training camp, lo cierto es que lo mismo no podía decirse con Davante Adams, la gran adquisición del equipo en la pasada agencia libre. Durante los primeros seis compromisos ligueros la desconexión entre ambos fue evidente. No parecía que ambas estrellas estuvieran en el mismo sistema solar. Los datos reflejaban esto, pues apenas conectaron 26 de sus 55 lanzamientos (47,3%), siendo especialmente pobres los números en zona roja, algo extraño teniendo en cuenta las buenas aptitudes de ambos para brillar en ese área. Todo cambió en el choque de Londres ante los Jaguars. En ese duelo se combinaron para tres touchdowns y luego el pasado domingo ante los Saints para dos más. La distancia total de las cinco anotaciones fue de 11 yardas, siendo la más larga de apenas cuatro. Esto ha colocado a Stafford como número uno de la NFL en pases de touchdown en zona roja en 2025. En estos dos partidos, han tenido un éxito del 66,7% (10/15 pases completados). La mayoría de las anotaciones han resultado por acciones de RPO, en las que Stafford lee la defensa y decide si atacar con la carrera o bien con el pase, siendo Adams su único objetivo. A partir de ahí juegan slants, fades o quick outs como la que os enseño en el vídeo a continuación, haciendo la doble cobertura rival totalmente inútil:

Por supuesto, los Rams no son solo el talento de sus grandes jugadores en ataque. En la banda tenemos a Sean McVay, junto a Kyle Shanahan, las dos mayores mentes ofensivas de la competición (por debajo de los 50 años de edad, tú me entiendes, Andy) desde que son entrenadores jefe de sus respectivos equipos en 2017. La evolución de la ofensiva de McVay ha sido espectacular. En sus inicios jugaba muchísima carrera zonal y ahora ha convertido su juego terrestre en uno de esquema gap individual. En el juego de pase, ha pasado de ser casi exclusivamente un ataque de personal 11 (con tres wide receivers, un runningback y un tight end) a utilizar formaciones pesadas de manera cada vez más habitual. Tanto es así, que el personal 13 (con tres tight ends al mismo tiempo en el campo) ha sido empleado en las dos últimas fechas de Los Angeles en porcentajes nunca vistos. En la victoria contra New Orleans, los Rams usaron personal 13 en 35 snaps, generando 167 yardas y los cuatro touchdowns que firmaron. Las anotaciones y el 45,5% de jugadas en ese personal fueron la mayor marca de cualquier equipo en un partido en la última década.

Cuando utilizas tanto personal pesado es porque cuentas en tus filas con un tight end muy atlético, capaz de jugar en el exterior y actuar como un wide receiver disfrazado, lo cual te va a abrir muchas puertas para crear emparejamientos favorables. En el caso de Los Angeles ese jugador es Terrance Ferguson. El novato de segunda ronda está cada vez entrando más en juego, siendo un factor diferencial en los dos últimos choques, en los que ha sumado tres recepciones para 85 yardas y un touchdown.

Esta jugada del pasado domingo me resultó especialmente fascinante. Tenemos a los Rams en el citado personal 13, con tres tight ends en el terreno de juego. Dos de ellos están en el extremo derecho de la formación, mientras que nuestro protagonista, Ferguson, aparece aislado en el exterior en el lado izquierdo. Antes del snap tenemos un motion del único wide receiver de Los Angeles, el chico de segundo año Xavier Smith. Stafford y el runningback Kyren Williams jugarán play-action en el backfield.

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Fijaros cómo el amago de carrera no va a generar apenas dudas en la defensa, pues todos los defensores del segundo nivel continúan retrocediendo hacia sus coberturas zonales. Smith se va a llevar al cornerback de su lado con una ruta profunda. Por su parte, Ferguson, en rojo, correrá una ruta hacia el exterior, aprovechando el hueco que le va a generar su compañero.

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Aquí viene la parte que me asombra. McVay sabe que el único safety va a ganar profundidad, lo que irremediablemente va a generar espacio respecto a los defensores de la zona media. Ahí es precisamente donde tiene asignada su ruta Ferguson. Aunque los Saints tienen siete jugadores en cobertura y los Rams solo dos receptores elegibles, el head coach consigue poner a su quarterback un pase muy sencillo de completar.

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Resulta grandioso ver cómo McVay genera juego ofensivo de calidad sin sus dos estrellas en el campo, Nacua y Adams, y en una situación en la que el rival está pensando en frenar la carrera por el personal que tiene enfrente. Es algo muy similar a lo que ha logrado Shanahan con sus 49ers pese a todas las lesiones en el cuerpo de receptores a primeros de temporada. Estos dos grandes amigos se verán las caras una vez más el próximo domingo, en un compromiso vital dentro de la NFC Oeste. McVay y Stafford saben que una derrota les dejaría en una posición comprometida ante sus grandes rivales californianos. Los dos rivales se conocen muy bien, ahora usted también sabe del peligro que conlleva el juego aéreo de Los Angeles, personificado en la figura del candidato al MVP, Matthew Stafford. No se lo pierdan.